El EDTA Disódico debe manejarse con cuidado, usando equipo de protección personal como guantes y gafas, y en áreas bien ventiladas. Evita el contacto con piel y ojos; en caso de contacto, enjuaga con abundante agua y busca atención médica si persiste la irritación. En caso de inhalación, mueve a la persona al aire fresco y consulta a un médico si hay síntomas persistentes. Almacena en un lugar fresco y seco, y maneja con cuidado para evitar derrames. Elimina los residuos conforme a las normativas locales sobre desechos químicos.
El EDTA Disódico se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluyendo el control de metales pesados en productos alimentarios y farmacéuticos, la estabilización de formulaciones cosméticas y productos de cuidado personal, y como reactivo en análisis químicos y pruebas de laboratorio. Su capacidad para quelar iones metálicos lo hace útil para prevenir la degradación y mejorar la efectividad en diversas industrias.