Al manejar cloruro de zinc, es fundamental usar equipo de protección personal, como guantes y gafas de seguridad, para evitar el contacto con la piel y los ojos, ya que puede causar irritación y daño. El producto debe almacenarse en un lugar seco, fresco y bien ventilado para prevenir la absorción de humedad y la formación de soluciones corrosivas. Además, se debe evitar la inhalación del polvo y el contacto prolongado con la piel.
El cloruro de zinc se utiliza en la galvanización de metales para protegerlos contra la corrosión, al recubrirlos con una capa de zinc. En el tratamiento de madera, se emplea para mejorar su durabilidad y resistencia a plagas y hongos. En la industria química, el cloruro de zinc actúa como catalizador en diversas reacciones y como reactivo en la producción de otras sustancias químicas. También se usa en soluciones desinfectantes y en productos farmacéuticos. Es esencial seguir las instrucciones del fabricante para asegurar un uso seguro y eficaz en todas estas aplicaciones.