Al manejar Óxido de Zinc, utiliza equipo de protección personal, como guantes y mascarillas, para evitar el contacto con la piel y la inhalación del polvo, que puede causar irritación respiratoria y en la piel. En caso de contacto con los ojos o la piel, enjuaga con abundante agua y busca atención médica si la irritación persiste. Trabaja en un área bien ventilada y sigue las normativas locales para el manejo y la eliminación de residuos del producto. Mantén el polvo en un lugar seco y fresco, fuera del alcance de los niños.
El Óxido de Zinc se utiliza en la industria cosmética para formular cremas y pomadas que protegen y calman la piel, así como en bloqueadores solares para bloquear la radiación UV. En la industria farmacéutica, se emplea en productos para tratar y prevenir irritaciones cutáneas. Además, en la industria de recubrimientos, se usa para mejorar la resistencia y durabilidad de pinturas y recubrimientos protectores.